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¿POR QUÉ NOS CUESTA MIRAR A LOS OJOS?

  • Por María Parra Izquierdo
  • 04 nov, 2018

Deberíamos retroceder varios años en nuestras vidas y pensar cuando éramos unos bebés y nos gustaba mirarlo todo y a todos. Donde no teníamos todavía pensamientos negativos como el qué van a pensar de mí ellos si les miro o como el qué creerán ellos de mí. Donde mirar se consideraba como ganas de aprender, de observar, de creatividad, de motivación, en lugar de en la edad adulta que está más enfocado el hecho de mirar con ideas de querer cotillear, de juzgar, de criticar, de flirtear, etc.

 En el caso de cuando nos mira un bebé, la mayoría de nosotros sentimos ternura y nos sentimos como los elegidos por ese bebé, con esos ojazos permanentes a los cuales no nos parece mal seguir manteniéndole la mirada. Porque cuando le mantenemos la mirada al bebé en el fondo sabemos que él no sabe aún quién somos y no nos puede juzgar por nuestra forma de actuar, de vestir, de pensar, de sentir, de reir, de vivir…Esto puede ser porque nos abrimos más y somos más nosotros mismos, en muchas de las ocasiones en las que la gente nos transmite tranquilidad, no pone etiquetas negativas antes de conocer a las personas, no mira con esas miradas que muestran un desprecio el cual no se corresponde con lo que esa persona sabe de nosotros, cuando no tiene tantos esteriotipos negativos sobre los tipos de personas y sobre cómo las mismas deben actuar. Es normal ser más nosotros con personas de ese estilo, debemos mirar más y pensar menos mal antes de actuar. Todo esto nos podrá ayudar.

Podemos destacar que en muchas ocasiones la mente confunde el ver con el ser. Esto se puede explicar en algunos casos en los que nos dicen personas de nuestro alrededor frases como: “pues yo cuando te ví por primera vez pensé que eras un prepotente”, “yo creía que eras más serio de lo que eres” o “como te comportas así, si yo cuando te ví eras una persona muy tranquila”. Por eso es fundamental a parte de mirarnos más los unos a los otros, intentar hacerlo desde una perspectiva no enjuiciadora y cuando veamos o miremos a los demás no le pongamos la etiqueta del “él/ella es de esta forma” si no la de “sería interesante conocer para poder saber más de él/ella”.

Todo esto lo podemos aplicar no sólo con la mirada hacia los demás, sino también con la mirada hacia nosotros mismos. El mirarnos nos puede dar muchos de los elementos necesarios para trabajar en valores fundamentales de la comunicación como es en mejorar la autoestima. Limpiar la mirada significa que cuando nos miremos en el espejo dejemos de detectar aquello que no nos gusta, cuando hablemos de nosotros dejemos de pensar en aquello que no hacemos bien, en lo que físicamente creemos que tenemos más destacable negativamente, etc.

Pasamos demasiado tiempo y gastamos mucha energía en enfocarnos en las cosas que no se nos dan bien, en lo que no nos gusta física y personalmente de nosotros mismos ¿y por qué no enfocarlo al revés?, y esa energía la ponemos en potenciar el talento que tenemos, pensar que es lo que nos gusta de nosotros mismos, que es lo que hago naturalmente bien.

 

Al mirarte mejor y más a ti mismo, también puedes aprender mejor a mirar a los demás.



 

 

Por Amparo Cebrián 14 de enero de 2021

   En ocasiones, el miedo a la confrontación nos impide hacer las cosas como creemos que debemos hacerlas y nos obliga a aceptar situaciones que nos parecen injustas, incorrectas o nos desagradan.

                Ese miedo a las discusiones suele ser consecuencia del temor a ser rechazados por el simple hecho de tener opiniones diferentes a las de nuestro interlocutor, o a provocar tensiones de las que nos sentimos culpables.

                Pero no podemos estar de acuerdo con todo el mundo y pretender agradarles siempre. No podemos vivir una vida en la que nos sintamos responsables de quebrantar la paz a nuestro alrededor. De hecho, cuánto más rechace estas "confrontaciones", más agravaremos la situación, y tarde o temprano, tendremos que enfrentarnos a un problema mayor y que nos generará más ansiedad. 

                Es importante entender que tratar de agradar a todo el mundo, en ocasiones, puede ser contraproducente. No puedes estar ocultando siempre tus opiniones y menospreciando tus derechos. Tienes que defender tus valores y creencias sin sentirte culpable, porque estás en tu derecho y, por supuesto, sin faltar al respeto a los demás. Si al expresar tu opinión o defender tus intereses (de manera educada) ofendes a alguien, ese ya no es tu problema.

   La manera en la que nos comunicamos con los demás y transmitimos nuestros intereses dice mucho de nosotros. A la hora de establecer relaciones es muy importante saber marcar límites, es decir, saber decir lo que pienso u opino de manera firme a la vez que respetuosa y empática, escuchando y aceptando la opinión de los demás, pero no por eso cambiando la mía o quitándole la importancia que tiene.

“Tener en cuenta mis propios intereses (sin faltar al respeto ni hacer daño a los demás) no es egoísta, es amor propio”.

Los estilos de comunicación están relacionados con nuestra personalidad, nuestra forma de afrontar los conflictos y la gestión de nuestras emociones.

Existen TRES estilos de comunicación:

1.      Estilo agresivo: solo tienen en cuenta sus propios derechos y no respetan la opinión ni tienen en cuenta los sentimientos de los demás, lo que perjudica la comunicación. Quieren tener la razón a toda costa y suelen mostrarse airados, a la defensiva, alzando el tono de voz e incluso pueden llegar a cometer faltas de respeto y amenazas verbales y no verbales, así como las acusaciones directas y los reproches o insultos. Intentan tener el poder de la comunicación quedando la otra parte minimizada. Provocan discusiones constantes.

 

2.      Estilo pasivo: son incapaces de decir "no" a demandas que van en contra de sus propios intereses, está relacionado con una actitud sumisa, tímida, con temor al conflicto o a la crítica de los otros. Priorizan el evitar el conflicto frente a solucionar los problemas. Se suele preferir el no decir las cosas para “no molestar” a los demás y “sacrificarse” a uno mismo con tal de evitar ofender o que se genere un conflicto.  

Las personas que tienen este estilo de comunicación sienten que al dar su opinión están provocando “enfrentamientos” de los cuales huyen. Normalmente suelen ser objeto de abuso de amigos o familiares, ya que saben que siempre van a acabar cediendo y complaciendo sus intereses.

Es incapaz de poner fin a situaciones en las que no se siente bien, debido a la gran ansiedad y tensión que siente, ya que piensa que si expresa su opinión dejará de agradar a los demás, se pondrá en su contra y generará algún tipo de enfrentamiento. Tienen miedo a que expresarse pueda causar una “catástrofe”.

 Normalmente las personas pasivas tienen baja autoestima y falta de confianza en ellos mismos, ya que sienten que su opinión nunca cuenta, pudiendo moverse del extremo pasivo al agresivo cuando “explotan” porque no se sienten respetados.

 Muy importante en estos casos practicar la ASERTIVIDAD, con el fin de aprender a defender los propios intereses de una manera equilibrada, sin sentirse mal o culpables por negarse u oponerse a cualquier demanda.

Ya sabemos que en la base de este estilo de comunicación encontramos el temor ante la idea de no caer bien o no ser aceptado.

 

3.      Estivo asertivo: defienden sus propios derechos respetando a los demás, son empáticos y también defienden sus intereses. La finalidad del diálogo es llegar a un acuerdo, no les interesa “ganar” y afrontan los conflictos buscando una solución.  Se caracterizan por mostrar seguridad en sí mismos y respeto hacia los demás. Son cordiales, respetuosos, saben dialogar y defender sus posturas argumentando, aclaran equívocos, no entran en descalificaciones o provocaciones desarmando con argumentos a la persona que les ataque. Esta habilidad está muy relacionada con una autoestima sana, puesto que defender tus propios derechos refleja sentimientos de autovalía y confianza en uno mismo.

El estilo de comunicación que debemos trabajar y potenciar es el ASERTIVO , ya que nos ayudará a defender nuestra postura y nuestros propios intereses sin ofender a los demás ni entrar en conflicto. “Hablando se entiende la gente”.

 Normalmente, por nuestra personalidad y nuestra historia de vida, todos tenemos un estilo de comunicación predominante, per, en función del contexto y la situación en la que me encuentre puedo desviarme hacia otros estilos de comunicación (por ejemplo: “suelo ser una persona bastante asertiva, pero en el trabajo, cuando hablo con mi jefe, me muestro pasivo”).

 Lo importante es darnos cuenta del estilo de comunicación que estamos utilizando y tratar de dirigirlo siempre hacia la asertividad. A veces es difícil, pero como todo, esto es algo que se puede entrenar y aprender.

Existen una serie de TÉCNICAS para potenciar este estilo de comunicación y que pueden ayudarte a evitar conflictos con otras personas con un estilo de comunicación más agresivo. En ocasiones es complicado aplicarlas porque nuestra primera reacción ante una conversación que no nos gusta puede ser negativa y de ansiedad. Pero solo debemos mantener la calma, confiar en nuestras creencias y valores y en nuestra capacidad para salir airosos de los conflictos.

**Muy importante distinguir aquellas situaciones en las que simplemente queremos evitar la pérdida de tiempo que supone una discusión, de aquellas en las que debemos defender nuestras opiniones e intereses para no salir malparados. Pensar en uno/a mismo/a no es ser egoísta!!!!!

                La primera clave para una comunicación asertiva es valorar si es necesario llegar a la confrontación para defender mis derechos o, por el contrario, se puede evitar. Está claro que tengo que defender mis intereses, pero en muchas ocasiones provocamos "discusiones tontas que se pueden evitar".  No tiene sentido generar tensiones y discutir cuando no es necesario, si tenemos esto claro, nos ahorraremos muchos problemas.

          

TÉCNICAS PARA EVITAR DISCUSIONES

 1. Técnica del banco de niebla.

Consiste dar la razón a la persona en temas poco triviales, sin intención inmediata de seguir discutiendo sobre el problema inicial para no agravarlo.

Ejemplo:

– Deberíamos llevar chocolates a casa de nuestros anfitriones.

– No creo que sea buena idea, ellos no toman dulces, mejor llevamos otro aperitivo.

 – ¡Claro que lo es, llevaremos chocolates!

– De acuerdo, ya te he dicho que no creo que les guste, pero si quieres llevar chocolates, adelante.

 

2. Aplazamiento asertivo.

Consiste en salir fuera del foco de la discusión para adoptar una visión global que posibilite relativizar la propia discusión.

Ejemplo:

– ¡La mochila era de color azul!

– Estoy seguro/a de que era de color rojo, la recuerdo perfectamente.

– Yo también la recuerdo perfectamente y te digo que era azul

– Mira, discutiendo así no llegaremos a nada. No merece la pena discutir por el color de una mochila, tú la recuerdas de una forma y yo de otra, no pasa nada.

 

3. Técnica de la pregunta asertiva.

La técnica de la pregunta asertiva tiene como punto de partida pensar que la crítica hecha por nuestro interlocutor es positiva. Así se consigue que la persona con la que se discute deje de ser tu enemigo para pasar a ser tu aliado. Para ello se formula una pregunta en la que obligaremos a nuestro interlocutor a qué nos dé más información sobre sus argumentos, ya que cuando la crítica no es constructiva se quedará sin argumentos. Mientras que, si sí lo es, nos ayudará a modificar nuestra conducta para bien.

 Ejemplo:

– ¡Haces mal tu trabajo!

– Vaya, a mí no me lo parece, pero estoy dispuesto/a a mejorar ¿Podrías decirme qué es exactamente lo que hago mal y cómo puedo mejorar?

 

4. Técnica de ignorar.

Esta técnica se suele recomendar cuando el interlocutor está muy nervioso, alterado o enfadado.  Se trata de una técnica delicada porque el tono sosegado que se emplearía puede entenderse como una provocación. Se recomienda ser lo más empático posible.

Ejemplo:

– ¡No tienes razón!

 – Ahora estás muy mal humor. De ahí que crea conveniente aplazar esta conversación para otro momento más idóneo.

 

TÉCNICAS PARA DEFENDER MIS INTERESES

5. Técnica del disco rayado.

Consiste en repetir una y otra vez tu afirmación sin alzar la voz, de manera calmada, sin agresividad verbal y sin entrar en provocaciones.

Ejemplo:

– ¿Quieres ir hoy al cine?

–No, gracias, no me viene bien.

–Venga, no seas aburrida.  

–Es que no me viene bien.

–No me hagas esto ¡Vamos al cine!

–Gracias, ya te he dicho que no me viene bien.


Reflexiona: ¿Cómo te sentirías si finalmente cedieras y fueras al cine?

 

6. Técnica del acuerdo asertivo.

Consiste en responder a una crítica admitiendo que se ha cometido un error, pero no permitimos que la persona nos grite o nos hable mal porque no lo merecemos.

Ejemplo:

- ¡Te has equivocado de metro y ahora llegaremos tarde!

- Lo siento, no ha sido mi intención, pero tampoco te enfades, ha sido un error.

- Es que pareces tonto/a siempre te equivocas.

- Esta vez me he equivocado, pero es no te da derecho a hablarme así, todos cometemos errores y merecemos respeto, así que no voy a permitir que me insultes.

 

7. Técnica del Sándwich:

Consiste en decir algo positivo, algo negativo (lo que realmente queremos decir) y, otra vez algo positivo para cerrar.

Ejemplo:

La pasta te ha salido buenísima, un poco salada, pero creo que eres un gran cocinero.

 

8. Técnica explicativa:

Consiste en una comunicación honesta, donde explicamos claramente a la otra persona cómo nos sentimos y por qué, y le transmitimos lo que nos gustaría sin dañar en ningún momento sus sentimientos ni faltarle al respeto. DESDE EL YO.

No asumas que el otro conoce y comparte tus razones. Muchas veces cometemos el error de que pensar que los demás "deberían" saber cómo me siento o cómo actuar, pero lo cierto es que cada uno tiene  su manera de sentir y pensar. Lo que para ti parece obvio, tal vez no lo sea para otra persona. Para que te comprendan debes explicarte con detalles. 

Cuando tú haces……………………… yo me siento………………………. Porque ……………………………., me gustaría que………………………….

 

9. Técnica defensiva:

Esta técnica es muy importante porque no consiste en aplazar o evitar una “discusión tonta”, si no en defender nuestra postura, ya que, de no hacerlo, saldremos perjudicados.

Debemos defender nuestra opinión siempre argumentando y dejando claro que no queremos enfrentamientos, pero NO VAMOS A CEDER.

Ejemplo:

- ¿Me dejas 50 euros?

- Lo siento de corazón, pero ahora mismo no me viene bien, tengo muchísimos gastos y no estoy para dejar dinero.

- Venga por favor, te los devolveré.

- Sé que lo harías, pero es que, aunque quisiera no podría, de verdad que necesito yo el dinero.

- Eres un/a mal/a amigo/a.

- Siento que te lo parezca, pero tienes que entender que ahora mismo no puedo, si te lo dejara no podría afrontar mis propios gastos.

 

 ***Sabemos que las discusiones generan mucha ansiedad, pero debemos pensar también lo mal que nos sentimos cuando nos fallamos a nosotros mismos y cedemos ante los demás. Expresar mi opinión no tiene por qué generar un enfrentamiento… ES UN PENSAMIENTO IRRACIONAL!!! Reflexiona sobre tu miedo a discutir…. ¿De dónde viene? ¿Por qué?

 

¡Esperamos que te haya servido de ayuda!

“Si quieres ser respetado por los demás, lo mejor es respetarte a ti mismo”

Por Amparo Cebrián Prats 17 de noviembre de 2020

Érase una vez, antes de todo, antes incluso de que los humanos pisaran la faz de la Tierra, dos hermanas. Vida y Muerte. Ellas, fueron el origen de todo.

Fue un parto complicado. Madre Naturaleza estaba muy ilusionada, pues llevaba mucho tiempo deseando tener un bebé, al que llamaría Vida, y, gracias a él, comenzaría a poblar su hogar, La Tierra, de hermosas especies de animales, plantas e incluso unos seres muy peculiares llamados Humanos.

Vivió su embarazo con mucha ilusión y, cuando finalmente fue a dar a luz, las cosas se complicaron.

- ¿Qué está pasando? Preguntó Madre Naturaleza al Doctor.

El Doctor le respondió: resulta que no solo esperas una niña, si no dos. Por eso se está complicando, debemos salvar a las dos, una no puede nacer sin la otra, están unidas.

Madre Naturaleza se asustó muchísimo, por nada del mundo quería perder a su bebé Vida, con el que tanto había soñado.

Finalmente, ambos bebés llegaron al mundo, sanos y sin más complicaciones. Las dos hermanas, Vida y la segunda, a la que la Madre Naturaleza miraba con recelo y llamó Muerte.

Madre Naturaleza no sentía especial ilusión por su segunda hija, Muerte. No la esperaba, y además, podría haber causado problemas a su amada y esperada hija Vida, así que, decidió desterrarla y apartarla de La Tierra y de Vida, para siempre.

Así fue, y nada más se supo de Muerte. Los años pasaron y Madre Naturaleza se sentía muy feliz, pues amaba a su hija. Vida era una niña muy bonita, de cabellos rubios y radiantes, allí por donde pasaba, todo crecía y florecía a sus pies. Le gustaban mucho los animales y, cuando jugaba con ellos, pronto nacían cachorros y nuevos seres, como los Humanos, los cuales empezaron a poblar la Tierra y a hacer de ella su hogar.

Todo iba sobre ruedas, sin embargo, Vida, no se sentía feliz. Desde muy pequeñita sentía un vacío, como si algo le faltara, no encontraba el sentido de su existencia, se encontraba sola y perdida. Por supuesto, su madre, nunca le había hablado de su hermana, Muerte.

Además, Vida tenía terminantemente prohibido acercarse a la “Zona Oscura”, lugar donde Madre Naturaleza había desterrado años atrás a su hija no deseada, Muerte.

El tiempo fue pasando y empezaron a aparecer los problemas, la vida en La Tierra seguía reproduciéndose sin límite, allá por donde Vida, paseaba, jugaba o simplemente estaba de paso, crecían y nacían todo tipo de seres. Cada vez era más difícil encontrar comida o agua para todos, encontrar un lugar donde vivir, ya que todo estaba abarrotado. Muchos humanos se sentían tristes y vacíos, pues no encontraban sentido a su vida, sentían que era hora de marchar, pero ¿Hacía dónde? No tenían a donde ir, simplemente, seguir existiendo sin ningún tipo de motivación ni energía, mientras el tiempo pasaba, sin más. Lo que antes era felicidad se fue convirtiendo en tristeza y problemas y Vida se sentía responsable ¿Cómo podía ser que algo tan bonito como generar existencia se estuviera convirtiendo en algo tan problemático y devastador para la Tierra y todos sus seres? Vida necesitaba respuestas para ayudar a su hogar y a sus habitantes.

Un día en que ya no pudo más, Vida decidió emprender un viaje hacia la llamada “Zona Oscura” que tanto le había prohibido su madre, en busca de esas respuestas.

Partió y después de unos cuantos días caminando con su mochila a cuestas y creando nuevas vidas allí por donde pasaba, llegó.

Estaba un poco nerviosa y asustada, pues no sabía qué iba a encontrar ni si sería tan peligroso como su Madre Naturaleza le había contado.

Pronto encontró a una joven y bella muchacha de cabellos negros como el ébano, ambas se parecían mucho, y cuando se miraron, algo cambió en sus ojos, como un destello de alegría e ilusión. Vida no supo por qué, pero sintió el deseo irrefrenable de abrazar a esa muchacha, y cuándo lo hizo, su corazón se llenó de magia y amor. Tal vez, eso era lo que le había faltado tanto tiempo.

- ¡Llevo años esperando este momento! Gritó emocionada la joven muchacha de cabellos oscuros- Me he sentido tan sola…

- Pero, ¿Quién eres? - Preguntó Vida un poco confundida.

- Soy tu hermana, Muerte, nuestra Madre Naturaleza nos separó al nacer y decidió desterrarme a esta zona de la Tierra cuando nací, dice que soy peligrosa, que solo aportaría desgracias y tristezas allí a donde fuera.

La muchacha parecía realmente entristecida. Ahora, Vida entendía por qué se había sentido tan triste y sola todo este tiempo. Por fin había encontrado aquello que buscaba.

-Yo no creo que seas peligrosa, vente conmigo, a nuestro hogar, Madre Naturaleza tendrá que entenderlo ¡Eres mi hermana!

Muerte se mostró dubitativa, pero eran tales las ganas que tenía de salir de esa zona fría y oscura y acompañar a su hermana que así lo decidió y juntas, emprendieron el viaje de vuelta hacia su hogar, de la mano y felices de por fin haberse reencontrado.

El viaje de vuelta fue muy diferente al de ida. Cierto es que continuaban naciendo nuevos seres allí por donde Vida pasaba, pero también ocurría algo muy especial y maravilloso gracias a la presencia de Muerte.

Cuando entraban a una de las tantas aldeas que pillaban de paso durante ese largo viaje de vuelta, Muerte, se sentaba a acompañar a ancianos enfermos. Hacía tiempo que sufrían, tenían dolores y ya no podían caminar ni disfrutar como cuando eran jóvenes.

Muerte se sentaba a su lado, les tomaba la mano y con una sonrisa, les acompañaba en su marcha. Los ancianos, agradecidos, lloraban de felicidad y se despedían de sus familiares, por fin era hora de descansar.

 En ocasiones, Muerte, tenía que acompañar en su marcha a personas más jóvenes, incluso a veces niños, era un momento triste, pero necesario, ya que las enfermedades o la falta de agua o alimentos les impedían vivir una vida plena y en condiciones.

Los familiares, miraban apenados la marcha de sus seres queridos, pero muerte, los abrazaba y les hacía comprender lo que Madre Naturaleza todavía no comprendía, para que haya Vida, debe haber Muerte. Vida y Muerte, están unidas, sin ese equilibrio, el planeta Tierra se estaba desmoronando.

En su paso, también se llevaba animales, muchos granjeros estaban desesperados, ya no podían alimentar ni mantener a sus vacas, cerdos y ovejas, incluso ya no tenían espacio para ellos. Muerte allí acudía y se llevaba a aquellos animales, a los más viejos o enfermos, dejando espacio y alimentos, para todos aquellos que aún tenía toda la vida por delante o estaban por nacer. El granjero, agradecido, se despedía de Muerte, siendo consciente, de que algún día, volvería para llevárselo a él también.

Muerte cerraba ciclos, ayudaba a todos aquellos seres que ya habían cumplido su función en la Tierra y en la Naturaleza a marcharse. Nadie sabía dónde iban, lo que sí sabían, es que todos se marchaban con una sensación de paz y plenitud, dejando sus cuerpos y sus objetos materiales atrás, los cuales eran enterrados en bonitas y emotivas ceremonias llenas de música y flores.

Los habitantes de dichas aldeas estaban felices, ya no faltaban alimentos, había espacio para todos, sus hogares ya no eran invadidos por todo tipo de plantas e insectos (puesto que Muerte también acompañaba en su marcha a estos pequeños seres). Y, lo más importante, estos peculiares y especiales seres, los Humanos, por fin encontraron el sentido por el que Vida les había traído al mundo. Todos sabían que, el día menos esperado, Muerte les acompañaría de la mano y partirían con ella, dejando atrás su vida en la Tierra y a todos sus seres queridos, por lo que ya nunca dejarían nada para mañana y comenzarían a vivir, reír y disfrutar de cada día como si fuera el último. Junto a Vida y Muerte, apareció el Amor. Comenzaron los abrazos, los besos, los “te quiero”, ningún ser vivo quería dejarse nada por hacer o decir, porque sabían que un día Muerte estaría esperándoles al final de su paso por la Tierra.

Y así es como termina esta bonita historia, de dos hermanas que por fin se encontraron y jamás se separaron, una regalaba vida y con ella un sinfín de oportunidades, otra, esperaba paciente a que cada ser vivo cumpliera su función en la Tierra y cerrara su ciclo. Les daba tiempo para disfrutar, sentir, vivir una vida plena, pero, siempre les esperaba al final del camino, con una sonrisa amable y cálida, diciéndoles: hoy, tú Vida termina, espero que hayas sido muy feliz, por fin puedes descansar en paz.

Por María Parra Izquierdo 6 de noviembre de 2020
María Parra entrevista a la psicóloga del deporte Aitana Argent, la cual tiene un canal en Youtube muy interesante que os recomendamos al 100%. El canal se llama Sports Psychology y en él podéis encontrar vídeos que hablan de la relación entre Psicología y Deporte, dónde aprenderéis diferentes aspectos sobre este tema tan interesante e importante para la salud. Recordad: cuerpo sano, mente sana. 

A continuación os dejamos el link al vídeo, esperamos que os guste mucho.

https://www.youtube.com/watch?v=X2E5KvNx-zc  
Por Amparo Cebrián Prats 26 de octubre de 2020

¿Alguna vez has pensado por qué ante determinados acontecimientos reaccionamos de forma desmesurada? Ocurre algo que no es de nuestro agrado y automáticamente… ¡BOOM! Nos sentimos fatal.

Esto ocurre porque entre dichos acontecimientos y la consecuencia emocional que en nosotros provocan, se encuentran nuestros pensamientos, a los que, en este caso, llamaremos creencias irracionales.

Las creencias irracionales son pensamientos que no se ajustan a la realidad, distorsionados y catastrofistas, que nos hacen mucho daño. Si tratamos de hacerlos conscientes, nos daremos cuenta de que la mayoría de veces pensamos cosas como “Esto es una catástrofe”, “Todo me pasa a mí”, “Nada me sale bien”, “Soy un desgraciado” … pero, si los analizamos, ¿son todas estas creencias verdad? Si buscamos pruebas de realidad probablemente nos demos cuenta de que son pensamientos disfuncionales para los que no tengo ninguna evidencia, por lo que debemos tratar de corregirlos para evitar las desagradables consecuencias que tienen a nivel emocional.

Que me haya salido mal una entrevista de trabajo no quiere decir que sea un fracasado, que me haya pasado de sal en los macarrones no quiere decir que sea un mal cocinero y que me haya dejado una pareja no quiere decir que todo me pase a mí.

En el momento que empecemos a hacer conscientes estos pequeños pensamientos que son capaces de arruinarnos el día (y la vida) podremos ser capaces de ajustarlos a la realidad y que sean menos dolorosos. No es lo mismo decirse a si mismo “no hago nada bien” que decirse “una cosa me ha salido mal, pero el resto de cosas me han salido bien, por lo que no debo generalizar”.

A continuación, os dejamos un breve listado de las principales DISTORSIONES COGNITIVAS  . Te invitamos a que hagas conscientes tus pensamientos, los analices y te des cuenta de cuáles son las principales distorsiones que cometes en tu día a día. Corrígelas y empieza a sentirte mejor ¡Todo es cuestión de entrenamiento!


1.       Inferencia arbitraria: conclusión a la que se llega sin evidencia.

-         Adivinación del futuro: anticipación sin evidencia.

“Estoy seguro que, aunque estudie me saldrá mal el examen”.

Corrección:     “Si estudio, es más probable que el examen me salga bien, que mal, así que por ahora no voy a preocuparme”.

-         Lectura de mente: conclusión sin evidencia sobre lo que piensa una persona.

“Me ha dicho que sí que quiere quedar, pero yo sé que solo lo hace por quedar bien”.

Corrección:    “Si una persona me dice que quiere quedar, será porque de verdad quiere, no gana nada mintiéndome, y si lo hace, no es mi problema”.

2.       Abstracción selectiva: valoración de un hecho a partir de un solo elemento.

“Me he pasado de sal en los macarrones, soy un cocinero horrible”.

Corrección:     “Que me haya pasado una vez de sal no quiere decir que siempre sea un mal cocinero, además, si así fuera, tampoco pasa nada, tengo muchas otras virtudes”.


3.       Sobregeneralización: conclusión extraída de uno o más hechos aislados y que se utiliza como regla general hasta en situaciones no relacionadas.

“Juan no me ha escrito, la gente siempre se olvida de mi”.

Corrección:     “Juan es solo una persona, que él se haya olvidado de mi una vez, no quiere decir que todas las demás personas lo hagan”.


4.       Magnificación y minimización: se incrementa la magnitud de los sucesos negativos y se minimiza la de los positivos.

“He fallado el penalti, se acabó mi carrera deportiva”.

Corrección:     “Mi carrera deportiva puede continuar, no se acaba por un solo fallo”.

“Me han llamado tres veces para salir, pero podrían haberme llamado más veces”.

Corrección:     “Si me han llamado tres veces es que tienen bastante interés por mi”


5.       Personalización: atribución personal de sucesos externos sin evidencia.

“María tiene mala cara, debe estar enfadada conmigo”.

Corrección:     “María podría tener mala cara por mil razones más que nada tienen que ver conmigo, antes de hacer una suposición, debería preguntarle”.


6.       Pensamiento absolutista o dicotómico: clasificar en términos absolutistas de” blanco o negro”, adscribiéndose siempre a uno mismo las categorías negativas.

“Si no saco un 10 en el examen seré un perdedor”.

Corrección:     “Sacar un 7 o un 8 en el examen también es muy buena nota, no necesito un10, incluso si suspendiera, tampoco sería el fin del mundo”.


7.       Actitudes disfuncionales: creencias sobre los requisitos para una “verdadera felicidad”.

“Solo seré feliz si tengo pareja”

Corrección:     “Me gustaría tener pareja, pero mi felicidad no depende de eso, solo depende de mí”.


8.       Olvidar lo positivo: rechazo de las experiencias positivas.

“Aprobé el examen, pero fue de suerte”.

Corrección     “Aprobé el examen porque estaba preparado y me lo merezco, puede que la suerte haya tenido algo que ver, pero no es lo único”.


9.       Razonamiento emocional: guiar las creencias sobre la realidad en función de las emociones negativas sentidas.

“Tengo miedo de subir en avión, es muy peligroso volar”.

Corrección:     “Que a mi me de miedo una cosa no quiere decir que sea peligroso, de hecho, el avión es el medio de transporte más seguro y eso está científicamente demostrado”.


10.   DEBER: Creencias absolutas y rígidas sobre uno mismo, los otros y el mundo. YO DEBO, LOS DEMÁS DEBEN, EL MUNDO DEBE.  

“Debería haberse dado cuenta de que estoy mal y consolarme”

Corrección:     “Cada persona piensa de una manera diferente, si yo no le transmito mis sentimientos esa persona no tiene por qué saberlos, ya que no está dentro de mí”.


11.   Etiquetado: utilización de etiquetas para describir conductas.

“Soy un deportista nefasto”.

Corrección:     “Soy deportista, a veces hago cosas muy bien, pero otras también cometo errores que me ayudan a aprender”.


12.   Culpabilización inapropiada: valoración a posteriori de un acontecimiento para “machacarse” por lo que uno debería haber hecho.

“Si hubiera entregado el trabajo a tiempo no habría repetido curso”

Corrección:    “Ya no puedo hacer nada con aquello que ocurrió, solo aprender, la próxima vez haré todo lo que esté en mis manos y entregaré los trabajos a tiempo”


13.   Sesgo confirmatorio: tendencia a interpretar la realidad de manera que confirme nuestras creencias previas. “Profecía autocumplida”.

“Me he equivocado, ya sabía yo que no sirvo para esto”.

Corrección:     “Que me haya equivocado no quiere decir que no sirva, tengo que seguir intentándolo hasta mejorar y aprender, nadie nace enseñado”.


14.   Catastrofismo: se evalúa una situación con el peor resultado posible.

“Es mejor que no me presente al examen, puesto que suspenderé y haré el ridículo.

Corrección:     “Debo presentarme al examen puesto que no tengo nada que perder, si suspendo no es el fin del mundo, ni mucho menos eso quiere decir hacer el ridículo, debo intentarlo por lo menos”.


15.   Comparación: tendencia a compararse con los demás llegando a la conclusión de que se es mucho peor que ellos.

“A pesar de que estudio no consigo sacar mejores notas que mi compañero”.

Corrección:     “Mi compañero es una persona totalmente diferente a mí, con otras experiencias de vida, virtudes y defectos, jamás podré compararme a él ni él a mí, debo pensar solo en mejorar respecto a mí mismo”.


16.   Construcción de la valía personal en base a opiniones externas:

“Mi pareja dice que no entiendo sobre este tema, piensa que soy estúpido, soy estúpido”.

Corrección:     “Que alguien diga que no entiendo algo no quiere decir que sea estúpido, puedo aprenderlo al igual que los demás. El no conocer algo no te define como estúpido, es una etiqueta sin sentido”

Por Amparo Cebrián Prats 13 de octubre de 2020

La Hi perexigencia (en especial hacia uno mismo), es la principal causante de la mayoría de los problemas emocionales en la actualidad. Este tipo de distorsión cognitiva “todo o nada”, “bien o mal” es la mayor responsable de nuestro malestar emocional, siendo un pensamiento desadaptativo que no se ajusta a la realidad y que me impide disfrutar y “ser feliz”.

                A día de hoy, nos encontramos en la época de mayor exigencia social de todos los tiempos, pero no nos damos cuenta, ya que es lo que nos han enseñado desde pequeños. En la actualidad debemos tener un buen físico, mucha ropa, pareja, casa, coche, estudios, idiomas, haber visto mundo…. Y un sinfín de cualidades más para ser felices, sin embargo… ¿de verdad eso da la felicidad? En ese caso, ¿por qué nuestros abuelos o bisabuelos lograban ser felices sin todas esas cosas? Daba igual el físico, muchos no sabían leer ni escribir y vivían en chozas rodeados de cabras, y sí, eran felices.

                Sin embargo, como hemos dicho, a día de hoy se nos exigen un montón de cosas, y nos lanzan un mensaje que dice “si fallas, no vales”. ¿Y qué provoca eso? INSEGURIDAD e INCAPACIDAD PARA EL DISFRUTE de mi propia vida y existencia. De hecho, en la base de la baja autoestima y malestar emocional tenemos, como hemos dicho, la mayoría de veces, una exigencia hacia nosotros mismos y hacia los demás que carece de sentido.

                Además, la hiperexigencia es un hábito, no acaba nunca, siempre podría hacerlo mejor y siempre podría conseguir más. Pensamos que cuando logre hacer eso que tengo que hacer de manera “perfecta” seré feliz, pero, ¿de verdad lo seré? NO. Siempre querré más.

                En la base de todo esto, están nuestros VALORES , aquellos que me han inculcado mis padres y la sociedad (la mayoría de veces de manera inconsciente), y en nuestras manos está darnos cuenta de estás creencias erróneas y desmontarlas, ya que nosotros mismos somos los responsables de nuestra vida, nuestros pensamientos y nuestro bienestar.

                ¿De verdad el valor de los seres humanos radica en ser EFICAZ ? ¿Por qué?

                Tal vez hayamos venido al mundo para algo más simple (para amar, disfrutar, divertirnos, vivir experiencias). Por supuesto, esto es una visión que choca mucho con aquello que nos han enseñado desde pequeños (sacar buenas notas, encontrar un trabajo, ganar mucho dinero), pero sí es una visión más realista.

                La felicidad NO radica en SER EL MEJOR o CONSEGUIR MUCHAS COSAS, radica en un estado de BIENESTAR. En apreciar las pequeñas cosas con intensidad, en estar AQUÍ y AHORA. Cuando comprendo esto, muchas cosas dejan de tener importancia y aprendo a fluir y a sentirme bien. Nada más importa que vivir acorde a mis valores y disfrutar, ya que mi existencia es efímera y cuando muera, no podré llevarme conmigo ni mi dinero, ni mis títulos, ni mi coche ni mi casa, solo el amor, los recuerdos, las experiencias y el bienestar.

                Nos han enseñado a conseguir cosas, cuantas más mejor, y a hacerlo todo muy bien, sin embargo, ¿Cuándo lo consigo qué? ¿Ya soy feliz? ¿de qué me sirve aprender a tocar el piano muy bien si no he disfrutado el proceso? Cuando lo consiga me sentiré bien un rato, y luego querré otra cosa diferente o perfeccionarlo aún más, sin embargo, si he disfrutado el proceso, me he divertido, he sentido bienestar y orgullo, dará igual si lo hago bien o mal.

                Una persona con estudios o un buen trabajo puede ser muy infeliz si no dispone de inteligencia emocional ni capacidad de disfrute, y una persona sin estudios o sin un buen trabajo, pero con capacidad de disfrute y bienestar puede ser muy feliz.

                Esto también puede ayudarnos cuando nos comparamos con los demás, ya que esto es otra distorsión cognitiva provocada por la hiperexigencia, cuando entiendo que yo puedo ser feliz independientemente de lo que ocurra fuera de mí, dejo de compararme, porque ya no quiero el físico, el coche, el trabajo o las capacidades de otras personas, yo mismo me basto, porque tengo la capacidad de hacerme feliz. Esa es mi virtud.

                Cuando aprendemos que somos humanos, y que tenemos la inmensa suerte de poder disfrutar de nuestros cuerpos, de nuestros sentidos, de reír, de sentir, desparece la hiperexigencia, porque ya no me importa hacerlo bien, me importa sentirme bien. Cuando yo hago algo por el simple hecho de hacerlo bien o ser el mejor, el disfrute pasa a ser una obligación y una fuente de estrés. Si yo me digo a mi mismo “si no consigo esto no seré feliz” o “si no hago esto bien será un desastre”, estoy convirtiendo esa actividad en una carga motivada por el miedo, no por el disfrute y el bienestar. Mucho cuidado con nuestro diálogo interno!!!!

                ¿He disfrutado haciéndolo? Sí. He obtenido bienestar y emociones positivas, por tanto soy feliz.

                ¿Lo he conseguido, pero no he disfrutado? Aporto un mérito más a esta larga lista que la sociedad impone, me sentiré bien un rato y luego querré más y mejor.

                Piensa cuáles son tus valores, a qué has venido al mundo ¿A ser el mejor? ¿A tener muchos méritos? O ¿a sentirme bien y obtener bienestar?

                Las cosas que solemos hacer sin ganas, por obligación, porque nos imponen (o autoimponemos) son mediocres, solo aportan malestar. Las que hago con disfrute, amor y cariño, siempre salen bien, independientemente del resultado, porque he disfrutado el PROCESO, por lo que ya han merecido la pena de por sí.

                Esto cobra sentido cuando pensamos en grandes empresarios que tienen todo lo que la sociedad desea, pero no se sienten felices, ya que la felicidad no radica en cosas externas (ni en objetos ni en personas) radica en el interior de uno mismo, en saber que (aunque me gustaría tener cosas y si las tengo las disfrutaré), NO NECESITO esas cosas para ser feliz, porque YO SOY FELIZ.

                Nada es tan importante como para perder el bienestar. Está muy bien luchar por aquellos objetivos que deseamos conseguir, pero si no los consigo, seguiré siendo feliz (porque es un estado mental ajeno a la influencia externa), de esta manera, disfrutaré mucho del proceso, porque ya no estoy motivado por el miedo a no conseguirlo, ya que, aunque me gustaría conseguirlo, si no lo consigo, seguiré siendo feliz ( desapego).


                Ser feliz con poco y valorar las pequeñas cosas NO ES CONFORMISMO. El conformismo es otro concepto creado por la sociedad moderna, destinado a hacerte creer que, si no tienes una gran empresa, una gran casa o muchos idiomas, serás una persona mediocre, que, si tengo poco, no valgo.

                Sin embargo, el ser humano es un ser vivo más, un animal, y lo natural es vivir con poco, disfrutar de los pequeños placeres, la comida, el olor, nuestros sentidos, el amor, eso no es conformismo. Es nuestra naturaleza. Sin embargo, la evolución nos ha hecho llegar a esta sociedad hiperexigente que solo genera malestar.

                “Si no hago todo bien seré un fracaso total”. ¿Por qué? ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿No te da más miedo llegar al final de tu vida y haber hecho un montón de cosas bien pero no haber disfrutado? ¿Haber dejado de vivir un montón de experiencias por qué no eran perfectas? Reflexiona sobre ello.

                Piensa, ¿Qué es para ti la felicidad? ¿Con qué cosas disfrutas? ¿Con qué cosas te quedarás al final de tu vida?

                Tal vez la felicidad sea disfrutar sin miedo, ya que nada malo puede pasarme, aunque alguna cosa me salga “mal”. Tal vez la felicidad sea amar la vida, sin más.

                Cambia tu objetivo. Que no sea “hacerlo bien”, si no disfrutar, vivir experiencias, sentir bienestar, aprender. Al final de nuestra vida solo importa haber sido feliz. Tus méritos y tus cosas materiales se quedan en La Tierra, y tú te vas.

 

Deja de quejarte, de ser inconformista y perfeccionista y disfruta del PROCESO y de las sensaciones que éste te produce. La vida es un viaje muy corto ¡DISFRÚTALO!

 



Por Amparo Cebrián Prats 3 de septiembre de 2020
Entrevista del preparador físico y entrenador personal Jhon Pons a la Psicóloga Amparo Cebrián, donde pasamos un rato muy agradable hablando sobre la unión cuerpo-mente y la importancia de cuidarse uno mismo y de trabajar tanto en nuestra salud física como mental. 
Os dejamos el enlace de la entrevista. Esperamos que la disfrutéis, y cualquier consulta no dudéis en contactar ¡estaremos encantadas de ayudaros!

https://youtu.be/0BSrBj0qBEs
Por María Parra Izquierdo 17 de mayo de 2020

Hoy en Psicoentrevistas Parra & Cebrián tenemos a Paula . llega el verano a nuestros días, acompañado de sus días soleados en los que se disfruta del cambio de temperatura y comienza la preocupación en algunas personas por la repetida frase “operación bikini”. Es absurdo centrar todos los sentimientos que provocan en la mayoría de la sociedad la llegada de esta gran época en preocupaciones constantes y de una magnitud de elevada intensidad. Para ayudar a que esto no vaya evolucionando de forma desproporcionada, ya no solo en verano, sino tampoco queremos su evolución en ninguna estación, vamos a dar paso a la entrevista con Paula un caso de una persona que tuvo Anorexia a la edad de 13 años y que en la actualidad está totalmente recuperada, queremos que nos transmita su fuerza y que su testimonio sirva a otras personas.

 

-         Hola Paula, gracias por formar parte del blog “con su ayuda y la nuestra”, ¿nos podrías decir cómo te diste cuenta de que tenías la enfermedad? ¿qué síntomas encontraste en tu día a día para ver reflejada esta enfermedad?

 

Hola María, gracias a ti por crear este blog y por contar conmigo para de alguna forma ayudar a aquellas personas que estén atravesando esta enfermedad para que sepan que no están solas y que SI se puede salir de ella. La “anorexia nerviosa”, así al menos me la diagnosticaron a mí, es una enfermedad muy dura de la que no eres consciente que la tienes hasta que ya no estás muy metida/o en ella. Incluso en la mayoría de las ocasiones no eres tú la o él que te das cuenta que la tienes, si no son las personas de tú alrededor.

En cuanto a los síntomas…todo empieza por querer estar un poco más delgada porque no te ves bien y empiezas a comer cada día un poco menos, empiezas a hacer ejercicio, empiezas a compararte con la gente, empiezas a ponerte ropa que te hace ver más delgada, empiezas a mentir a tus seres queridos con lo que comes y no comes, empiezas a querer que se te noten ciertos huesos del cuerpo y a ponerte metas, empieza el sentimiento de culpa tras cada comida…y esto con el paso de los días va aumentando porque nunca consigues verte lo suficientemente “perfecta” que tú deseas y la comida acaba siendo una obsesión para ti.

 

-         Actualmente convivimos en una sociedad donde prima de alguna forma las personas con tallas minúsculas, debido a que todos los esteriotipos que observamos diariamente en series televisivas, programas, pasarelas, cantantes, bailarines, mundo de la moda, etc están caracterizados por una persona con una delgadez que sobrepasa el límite saludable y toca el límite de la enfermedad. ¿Estos esterioripos que nos persiguen diariamente crees que aumentaron el adentramiento en tu enfermedad pasada? ¿pueden de alguna forma indirecta provocar algún cambio en las generaciones presentes y futuras?

 

Sin ninguna duda sí, acabas metido en esto porque quieres ser como la persona que estás viendo en televisión, en una revista...y eso es imposible. Primero porque cada persona tenemos nuestra genética y si eres una persona de caderas anchas es imposible que puedas llegar a ser como la actriz que sale en televisión con caderas super estrechas, porque el hueso es imposible adelgazarlo. Por otro lado creo que debemos ser muy conscientes de que todas las imágenes que vemos a diario en redes sociales, televisión o revistas de mujeres tan “perfectas” no son reales en un 99% de los casos, todas llevan algún tipo de filtro y esas imágenes son las que están viendo a diario miles de adolescentes que pueden tomar como referencia a una persona no real. Hablo de niños-adolescentes porque son los más vulnerables pero también puede ocurrirle a personas adultas tanto hombres como mujeres. También quiero decir que de un tiempo a esta parte están haciendo muchas campañas de mujeres con curvas para demostrar que la belleza está en las curvas y me parece genial, pero si esto es así… una mujer de complexión delgada de nacimiento sin curvas porque su genética es así ¿debería sentirse mal?, a lo que quiero llegar es que no debe primar ni una cosa ni otra, simplemente debe primar la realidad, seamos como seamos debemos querernos y aceptarnos tal y como somos.

 

-         ¿Crees que la enfermedad pudo afectar a distintas áreas de tu vida como el sueño, la convivencia diaria con tu familia y amigos, cambio de humor y personalidad, estudios, etc?

 

Por supuesto, ahora sé que me convertí en una persona muy infeliz durante al menos dos años de mi vida. Y conmigo llevé detrás a mi familia, sobre todo a mis padres, a los que les debo muchísimo. Yo dormía planeando lo que iba a consumir al día siguiente y las calorías que iba a ingerir y si pasaba de ellas me frustraba, lloraba y me ponía a hacer ejercicio para bajarlas. Me volví una persona mentirosa, callada, más hermética y estaba siempre a la defensiva. Llegue a cogerle manía a mi madre porque ella era la que estaba más encima mía. En cuanto a los estudios no bajé las notas, porque te vuelves tan perfeccionista para todo que no concibes bajar tu nivel, pero sí que afecta a la concentración y a la memoria está claro.

 

-         ¿Qué sentiste el día que te dijeron que tu peso sobrepasaba el límite establecido?

 

Realmente no sentí nada, además era algo que esperaba porque mi psiquiatra ya venía avisándome desde hacía algún tiempo y claro yo perfectamente sabía el peso que tenía. Cuando llegó ese punto a mí me internaron, me quitaron televisión, teléfono, nada de ejercicio, dietas súper proteicas, me acompañaban al baño cada vez que necesitaba ir para todo (aunque he de decir que yo nunca vomité, porque es algo que nunca he podido hacer con facilidad y no era una opción para mí, y eso me ayudó a no tener otro tipo de problemas) y todo eso eran cosas que yo me tenía que ir ganando poco a poco según mis avances.

 

-         ¿Qué miedos se apoderaron de ti durante tu enfermedad?

Sentí miedo cuando se me fue la regla, de no volver a tenerla. Porque he de decir que yo he sido una “afortunada” en el sentido de que las locuras que hice por mi enfermedad no repercutieran en enfermedades peores. También sentí miedo cuando conocí a una mujer que llevaba años luchando con la enfermedad y seguía teniendo recaídas, además esta mujer a consecuencia de la enfermedad tenía un problema en los huesos crónico y que con los años acabaría en silla de ruedas. Cuando supe de muchos casos y de incluso muertes debido a la anorexia y la bulimia, me prometí a mi misma que yo no sería una de ellas y gracias a mi fuerza de voluntad, a la ayuda de profesionales y a la ayuda de mi familia llevo 11 años totalmente curada y 8 años dada de alta de las revisiones que te hacen de seguimiento. Y una vez que has salido de todo eso valoras mucho más todo lo que te rodea, aprendes a disfrutar de la comida, valoras a las personas que han estado apoyándote en todo momento, y aprendes a que el físico aunque sí que es cierto que te va a seguir importando verte bien, como a todo el mundo le gusta verse bien, no es lo más importante. Por cierto volví a tener la menstruación jeje.

 

-         ¿cómo afrontaste tu misma la enfermedad? ¿Qué consejos nos das a conocer a nuestros lectores por si se tienen que enfrentar el día de mañana a la misma?

 

 Yo cuando fui consciente de que tenía una enfermedad la afronté con fuerza y con muchas ganas de superarla, porque hay que tener claro que es una enfermedad psicológica y que si la persona enferma no quiere es muy difícil salir de ella. Es como las drogas, el estar delgado es tu adicción y poquito a poco quieres más y más hasta que estás enganchada a ello. Si eres tú misma o mismo el que tienes la enfermedad lo primero ser consciente de que la tienes, buscar ayuda en tu familia y en profesionales y poner todo de tu parte para salir de ello con mucha fuerza de voluntad porque es un proceso muy lento con recaídas pero que al final se sale. Y si es una persona de tu entorno la que la tiene hay que hablar con ella, hacerle ver que tiene una enfermedad y que ello le puede llevar incluso a la muerte. Ponerla si es menor o decirla que se ponga en manos de profesionales si es adulto y estar muy pendiente de ella, en todo lo que hace y dice y ayudarla a que poco a poco salga de ese pozo sin fondo.

 

-         ¿Hay algún libro o blog que te haya ayudado a obtener una ayuda en este fragmento de tu vida?

No, yo no me apoyé en ningún tipo de blog ni libro, en mi caso el darme cuenta de mi enfermedad y el querer superarla me dieron las fuerzas suficientes para hacerlo, junto con la ayuda de profesionales y por supuesto de la familia y amigos como ya he dicho antes. Pero debe de haber muchos blogs de ayuda y libros biográficos de personas que la han sufrido y han salido. Tengo que decir también que igual que los hay para ayudar sí que sé que los hay al contrario, es decir, hay blogs pro anorexia y pro bulimia que han sido denunciados y que me parece increíble que no hayan sido borrados aun de la red.

 

Por último, no me gustaría acabar esta entrevista sin decir que tanto la anorexia como la bulimia son enfermedades muy duras que no consisten solo en como muchas personas me dijeron a mi alguna vez –“eso es porque quieres” o –“eso te comes unos buenos bocadillos y ya verás como engordas”, esas personas no entienden que la enfermedad es psicológica y no física. Y luego están esas otras que te ponen la etiqueta aun con el paso de los años, pero eso es debido a la ignorancia de las mismas. Y voy a terminar la entrevista como la he empezado dando un mensaje de esperanza y de apoyo a todas aquellas que ahora estén atravesando este bache y es diciéndoles que SI SE PUEDE SALIR.  

 

Muchas Gracias Paula, espero que esto ayude a varias personas a afrontar enfermedades tan comunes como la de la misma entrevistada, que pasan por procesos degenerativos tan profundos en distintas áreas y aspectos de su vida, para conseguir una belleza la cual tienen idealizada, pero que no se han dado cuenta que ya poseen. Esta enfermedad afecta diariamente a miles de personas en nuestra sociedad, debemos luchar por cambiar esta situación, ya que es difícil cambiar todos los medios de comunicación de una forma rápida y radical, empecemos por cambiar nuestra visión y mentalidad a la hora de verlos, siempre con una mente “firme, segura y crítica” de todo lo que los medios y redes sociales nos presentan constantemente de manera subliminal. Recordar siempre “No vivimos para ser como los medios de comunicación quieren que seamos, si no que vivimos para ser como nuestro propio medio mental se merece, es decir, de una manera sana y adecuada”.


Por María Parra Izquierdo 17 de mayo de 2020

Hoy en Psicoentrevistas Parra & Cebrián tenemos a Iván Díaz , que tenía simplemente la edad de 19 años y llevaba un mes con el carnet de conducir, cuando a causa de un accidente de coche quedó tetrapléjico, es decir, parálisis total o parcial de brazos y piernas debido a un daño en la medula espinal, específicamente en alguna de las vértebras cervicales.

Muchas personas desconocemos la posibilidad de actividades y habilidades que una persona con discapacidad puede hacer o tener. Quizás la razón sea porque nadie de nuestro alrededor ha sufrido la misma o porque creemos que es algo tan lejano que solo le puede pasar a otras personas, pero para nada es así. Nadie estamos en abstención de que nos ocurra algo de este calibre y tampoco lo están las personas a las que queremos. Dicho esto, nos gustaría que nuestro invitado especial de hoy nos contestara a las preguntas de que es posible que pueda hacer o no una persona que sufre una tetraplejia y que sentimientos, pensamientos e ideas se producen después de un acontecimiento como el mismo.

¡Hola Iván! Muchas gracias por querer formar parte del blog “Con su ayuda y con la nuestra”. No hace falta mencionar que gracias a ti vamos a descubrir un ejemplo de superación en diferentes ámbitos de la vida cotidiana.

La tetraplejía debido a que es una consecuencia de una lesión cervical, es quizás el tipo más difícil de trauma de columna en cuanto a rehabilitación e inserción. ¿Hasta qué punto una persona que posee una discapacidad de esta dimensión puede ayudarle una continua rehabilitación de los diferentes especialistas de la salud? ¿Qué es lo que más le ha ayudado a seguir adelante tanto en el ámbito de la rehabilitación y de la inserción?

I:¡Hola¡ antes de nada, deciros que no hay dos lesiones iguales, por tanto, yo voy a contar mi experiencia personal… una persona con lesión medular nunca deja de rehabilitarse, al principio se necesita la ayuda, no solo a nivel físico, sino también a nivel emocional. Es importante enfocar la rehabilitación como preparación a la vida cotidiana… Es decir, a intentar ser lo mas independiente posible… en mi caso, mi mayor motivación, siempre fue mi gente… yo empece a rehabilitarme, mas que por mi, por mi gente… mi familia, mis amigos, mi pareja… esa fue mi gran motivación.

 

Una de las cosas que le ayudó a rehabilitarse y a ganar movilidad en las manos fue practicar diferentes deportes, que a pesar de estar en silla de ruedas podría practicar, como esgrima o ping-pong. ¿Antes del accidente habías practicado estos mismos deportes? ¿Qué sentimientos aparecen al descubrir que algo tan importante como era para ti el deporte, cuesta cada vez más realizarlo? ¿Antes de la lesión que deportes practicabas? ¿Qué nuevas metas tienes actualmente en el mundo del deporte?

I:A mi el deporte me salvo la vida dos veces… una cuando tuve el accidente, ya que practicaba muchísimo deporte, y dos, después del accidente, porque el deporte ayuda muchísimo a la rehabilitación. Antes jugaba al futbol, escalaba, jugaba al baloncesto… después del accidente, empiezas a hacer deportes que ayudan a la rehabilitación, como el ping pong… luego empiezas a conocer los diferentes deportes y la esgrima me engancho tanto, que comencé a practicarlo a nivel mas de competición con buenos resultados, afortunadamente… en la actualidad, practico handbike (bici de mano), vamos a comenzar a practicar rugby adaptado… en fin, todo deporte que pueda llamarme la atenmcion…

Recogiendo todas las dudas de nuestros lectores del blog con respecto a este tema tenemos una serie de preguntas de lo que sí podría o no realizar una persona con tetraplejía. Son las siguientes:

¿Una persona que posee esta discapacidad podría mantener relaciones sexuales y disfrutar de las mismas de igual forma?

I:A ver, de la misma forma, no, pero eso no significa que no se disfrute del sexo… Cada lesión tiene un nivel de sensibilidad, por ejemplo, un tetrapléjico quizás no tenga mucha sensibilidad en el pene, pero a la altura del cuello, por ejemplo, tendrá mas sensibilidad… también, y aunque existen medicamentos para la erección masculina, intenta que aprendas a disfrutar de caricias, de los preliminares, en ese sentido si cambia la forma de practicar sexo…

¿Podría verse afectado alguno de nuestros cinco sentidos?

I:a los tetras el tacto, por la falta de sensibilidad…

 ¿Qué hábitos de la vida cotidiana que se hacen habitualmente serían imposibles de volverlos a realizar?

I:Quizas, una que se me ocurre, cambiar una bombilla del techo… también es verdad que hay gente que vive sola, y supongo que habran buscado la forma de hacerlo, a lo mejor con algún tipo de ayuda técnica…

 ¿Cuál es el que más echarías en falta?

I:Uff, no se, el poder cuidar bien de mis sobrinas cuando estoy solo…

¿Pueden volver a conseguir algo de movilidad en las manos y en las piernas después de la misma?

I:Si… de hecho, yo recupere las manos muchísimo.

En cuanto al ocio y tiempo libre: ¿existen medios y ocios de tiempo libre?

I:Mas de los que pensais¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Yo he esquiado, he montado en canoa, he conducido un kart en un circuito…. Existen medios, pero sobre todo, tienen que existir ganas de hacer cosas…

 

Con respecto al día del accidente. Nos gustaría saber ¿cómo reaccionaste cuando te dieron una noticia de ese calibre? ¿Crees que fue proporcional? ¿Cómo te sentiste en ese momento y quiénes o qué fue lo que te ayudo a poder salir adelante con esa vitalidad?

I:Cuando desperté, estaba en una habitación individual solo, vi que movia los brazos, que no las manos, pero vi que no movia las piernas… tengo un vecino que tuvo lesión medular antes que yo, asi que, me di cuenta de lo que tenia antes de que me lo dijera nadie… Lo primero que pensé fue en mi pareja, que venia conmigo en el coche y que, afortunadamente, salió sin daños graves. Lo siguiente fue en enfocar la lesión como mi trabajo, e intentar que mi entorno sufriera lo menos posible…

¿Piensas que a raíz de esta enfermedad ha cambiado tu forma de valorar los distintos problemas? ¿Qué consejos les darías a personas que sufren graves accidentes diariamente y creen que la única alternativa a la misma es el fin de la vida, en lugar de disfrutar de ella de una forma diferente?

I:No me lo tomes a mal, pero yo no estoy enfermo, te puedes quedar en silla por una enfermedad, pero la mayoría, son por lesiones traumaticas, no enfermedades… El que te diga que no ha pensado en algún momento en el suicidio, te esta mintiendo, pero, con el tiempo, te das cuenta que se puede vivir bien y se pueden hacer infinidad de cosas…

Actualmente la tecnología está muy avanzada y estamos en el siglo de las aplicaciones y de que no podemos imaginarnos estar días desconectados de un apartado electrónico. Se dice muy bien que pronto nos acostumbramos a lo bueno y que una vez nos lo quitan nos cuesta mucho más volver a lo anterior. ¿Hay aplicaciones adaptadas o tecnología para personas con tetraplejía? Podrías darnos más información sobre las mismas y sobre tiendas con utensilios y lugares con precios más asequibles.

I:Claro, en cualquier ortopedia, además, en parapléjicos adaptan cubiertos, punteros para ordenadores… de todo. El material ortopédico suele ser caro, por eso, si la lesión es por accidente, suelen encargarse los seguros…

Actualmente, Iván colabora con la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal (AESLEME) y aconseja a los jóvenes que se acaban de sacar el carnet. Nos podrías contar todo lo que has aprendido con estas experiencias y que destacarías de ellas para todos tus lectores.

I:Me ha sorprendido la gran diferencia en ver una silla de ruedas en chavales de ahora, comparado con hace 21 años… Ahora lo tomais con mucha mas normalidad

¿Te ha ayudado algún blog/libro/ a poder afrontar de una forma más sencilla lo que ha conllevado la misma en tu día a día?

I:Lo que mas me ayudo, fue una canción de Joaquin Sabina, que se llama “mas de cien mentiras”

 

 

 

Por María Parra Izquierdo 17 de mayo de 2020

Hoy en psicoentrevistas Parra & Cebrián tenemos a Estela, hemos elegido este mes para este tema, ya que en estos momentos muchos de nosotros tenemos a la vista exámenes finales en universidades, institutos, oposiciones, selectividad…

Se suelen escuchar frases como “qué suerte” “qué afortunada” “que envidia” “todo siempre le sale bien”… palabras sencillas de decir a los demás, pero difícil de aplicarlas a nosotros mismos para hacerlas cambiar. No todo es cuestión de tener suerte o no, es más de saber cómo enfrentarnos a los obstáculos que tenemos diariamente. La realidad es bien distinta y hoy sabemos que la mayoría de las personas que tienen éxito en la vida lo han conseguido a base de esfuerzo y trabajo constante. Tenemos una experta de este tópico y que mejor que aprender de sus consejos.

Su nombre es Estela M. Pardos , la cual a la edad de 27 años ha conseguido terminar dos carreras y aprobar la oposición  de Psicólogo Interno Residente (PIR), El PIR sería el equivalente en  psicología  al  MIR  en  medicina.

-         Hola Estela, gracias por formar parte del blog “con su ayuda y la nuestra”. Sabrías decirnos ¿Cuál es la fórmula para conseguir un gran éxito académico? ¿Crees que hay una fórmula exacta o que todo lo contrario hay múltiples factores implicados en la obtención de un buen resultado académico?

E: Bajo mi experiencia diría que son muchos los factores que intervienen, la clave está en saber cuáles son controlables y cuáles no. Por ejemplo, el año pasado me confirmaron que fui la primera de mi promoción. Si tuviera que decir cómo se llega a esto te diría que es la suma de la constancia, la ilusión, la capacidad y la suerte. Por una parte, hay que trabajar en todas las asignaturas para el diez y para mantener este nivel hay que querer aprender mucho, no conformarse. Para esto te tiene que gustar mucho la carrera, te tiene que encantar y querer exprimirla. Pero no solo eso, tienes que tener la capacidad de aguantar estudiando, es como un entrenamiento, contra más sabes menos te cuesta seguir aprendiendo. Y finalmente también hay un componente de suerte. A veces no nos gusta ver este factor, parece que nos resta competencia, sin embargo hay una frase de Picasso que decía: “la inspiración existe pero tiene que encontrarte trabajando”, es decir, cuando trabajas por algo y te orientas hacia una meta es como si acumularas puntos, para que cuando llegue la oportunidad tu tengas todos los boletos de la lotería.

En este sentido, toda la carrera ha sido mi entrenamiento para enfrentarme al PIR. El PIR es una maratón, donde te dan una mochila que tienes que ir rellenando de conocimientos y cargar con ella hasta la cima. Cuando te has entrenado intentando llegar al máximo en cada asignatura voluntariamente, al llegar al PIR resulta que es lo que tienes que hacer obligatoriamente y te ves más fuerte. Cuando te has entrenado en perseverar con ilusión durante 4 años de grado, tienes la moral más solida para resistir, tienes más herramientas psicológicas, más experiencia que te dice que si aguantas salen las cosas. Y finalmente sabes que hay que llamar a la suerte como sea, porque también dependes de la oportunidad, y más vale que tu oportunidad llegue y que tú estés más preparado que nunca.

-         A la hora de ponernos a estudiar tenemos muchas distracciones, ¿Dónde aconsejas que es mejor ponerse a estudiar, en una biblioteca o en nuestra propia vivienda?

Yo solo doy un consejo para estudiar: conócete. Cada día es un mundo, tanto si estudias un año como si estudias 1 mes. Yo todos los días me levantaba y pensaba, ¿hoy como estoy? ¿Estoy cansada? ¿Estoy agobiada de estar en casa sola? ¿Estoy harta de cargar con libros a la biblioteca? ¿Necesito hacer cosas con el ordenador? ¿Necesito consultar muchos libros? Yo me conozco y sé que si estoy muy cansada me dormiré entre el calor y el silencio de la biblioteca. Mientras que si estoy muy activa cualquier cosa que haya por casa me distraerá. Asimismo, si estaba mucho tiempo en casa sola también necesitaba ver a compañeros de estudio, pero si estaba siempre en la biblioteca al final parecía un club social. Este es mi caso, completamente diferente al resto. La clave está en conocerse y si quieres sacarte el máximo rendimiento cada día hay que monitorizarse constantemente.

-         Descansar y dormir bien son factores muy importantes a la hora de llevar bien un examen ¿Cuántas horas crees que es aconsejable dormir? Está comprobado que en la fase REM del sueño se asientan muchos de los conocimientos aprendidos de ahí que sea muy importante el mismo .

En primer lugar he de decir que nunca he sido una persona que durmiera mucho hasta que llegue al PIR. Cuando estudiaba la carrera en general dormía lo normal, 8 horas, pero cuando llegue al PIR los domingos parecía que no me iba a despertar nunca, el agotamiento se notaba.  En general yo diría que al margen de toda la psicobiología del sueño que os podría contar, cuando duermes se nota…y mucho: te concentras mejor, aguantas más tiempo, eres más eficaz estudiando y te acuerdas de todo. Una noche durmiendo mal y parece que no has estado estudiando 6 meses y eso en un día de estudio de PIR te frustra mucho.

Respecto al día de antes del PIR y de cualquier examen, yo sí que aconsejo dormir todo lo que se pueda, te da mucha ventaja respecto a los que están nerviosos y somnolientos. Cuando no duermes te da la sensación de que estás más alerta, pero lo único que haces es ser más arriesgado, olvidar muchos datos, bloquearte con más facilidad y al final fallar más. Hay mucha gente que dice que, a los días de hacer el examen, ve todos los fallos que ha tenido y no sabe cómo puso esa respuesta. Esto en ciertos exámenes de oposición no te lo puedes permitir.

-         ¿Te ayudas de algún calendario, notas, posit para hacer más fácil el estudio? ¿Cómo organizas un temario de miles de páginas para que te dé tiempo a estudiarte todo?

Bueno en general te ayuda la academia. En primer lugar mi academia me dio una guía de estudio organizada en semanas y dentro de cada semana era yo la que decidía el orden de los temas. Nuevamente la clave es conocerse. Si tengo 10 temas en una semana no me puedo poner a estudiar por el orden en que aparecen los temas, corro el riesgo de que temas importantes que por lo que sea salen al final de la lista, me los deje para el final de semana y esté agotada. Si yo se que rindo más por las mañanas y al principio de la semana, los temas más fuertes tendré que ponerlos aquí. Además, si luego el sábado en clase me los repasan es como si los temas más potentes los repasara dos veces. Un estudio eficiente es un estudio realista y lógico.

-         El estrés nos afecta negativamente a la obtención de buenos resultados académicos ¿Cuáles crees que son las mejores herramientas para combatirlo?

En mi opinión, hay dos factores que generan estrés en los estudiantes: anticipar lo duro que va a ser y el miedo al fracaso. Yo todos los sábados acababa la semana planificando la siguiente y aquí de repente me entraba el agobio de ver todo lo dura que iba a ser. Luego me ponía y no era para tanto, pero a veces parece una montaña y esto hace que nos bloqueemos, que evitemos el temario, que parezca imposible.  

Para combatir el anticipar la agonía que va a ser estudiar, yo siempre me recordaba alguna vez en la que también me parecía imposible aprender algo y luego no fue para tanto. A estas alturas de la vida seguro que todos tenemos un recuerdo de esto. Cuando tenía ese recuerdo, solía concentrarme en los argumentos que me había dado para pensar que era imposible y en cómo al final se habían desmontado. Como ya me había pasado una vez, me podía pasar otra. Si además resulta que era un tema que siempre se me había atragantado, entonces me decía a mi misma que había que darle otro enfoque, me recordaba una máxima que hay en psicología sistémica que dice : la solución es el problema . Si he estudiado algo con un temario y se me ha atragantado no voy a estar otro año más con lo mismo, cambio de temario o me voy a estudiarlo con alguien. Persistir en una solución que no te ha ayudado agrava el problema de que no apruebes, tienes que cambiar las soluciones que estas proponiendo a tu problema.

Por otra parte, el miedo… el miedo es la forma más sutil que tenemos de decirnos que nuestras expectativas son altas. La frase no es mía, pero no sabría decirte de quien es. Cuando tomas conciencia de que todas y absolutamente todas las personas que han querido ir más allá de sus límites han sentido miedo y que no les ha impedido llegar a su meta, entonces el miedo es tu compañero de viaje y nada más. Como cualquier compañero de viaje a veces se queja y berrea a tu lado, pero eso es pasajero, luego se calla y el tren continúa hacia tu destino. Como puedes ver practicaba Mindfullness en el tren a Barcelona que cogía para ir a las clases. Cuando estaba en el tren, aprovechaba para ponerme la relajación de Schultz y algunas grabaciones de la carrera.

-         Respecto a la relación entre ejercicio saludable-alimentación y buenos resultados académicos podrías añadirnos algo, ¿crees que hay algún tipo de relación?

Fundamental, pasase lo que pasase yo iba dos veces por semana a entrenar como he hecho toda la vida. Como psicólogos sabemos que las respuestas de estrés psicológico implican una tensión física, que nos devuleve un feedback psicológico. Yo, incluyendo la tarde antes de examen, aprendí a controlar los nervios con la tensión física del ejercicio, porque cuando tensaba los músculos necesariamente luego se relajaban y la relajación física me acababa llevando a una relajación mental (esta es la base de Jacobson). Por eso, iba a entrenar: tensaba los músculos con la rutina del ejercicio y además mantenía mi mente ocupada en el ejercicio que estaba haciendo. Cuando vuelves a ponerte a estudiar, estas relajada físicamente y la mente se ha tomado un descanso con la distracción, así que vuelves con más fuerza.

Respecto a la alimentación, la verdad es que yo necesitaba comer con regularidad, incluso dentro del examen me tome una magdalena enorme llena de chocolate (jajajaja). Es cierto, que si quieres rendir no te puedes empachar, pero nunca dejes de comer, el azúcar es lo único que le das a tu cerebro para aguantar esta batalla.

-         ¿Hay algún libro o blog que te haya ayudado a obtener un mayor esfuerzo?

Mi academia (Persever, Barcelona), sin duda ha sido mi soporte. Continuamente estaban poniendo frases célebres que resaltaban la importancia de la perseverancia y eso te hacía pensar. A parte, teníamos tutorías que la verdad, eran una inspiración.

-         Como cierre final ¿Nos podrías dar algún consejo como psicóloga sobre cómo obtener mejores resultados académicos?

Lo reitero, ya sabemos subrayar, hacer resúmenes, esquemas,… y contra más hagas mejor te saldrán, como todo. Sin embargo, la clave es conocerte y ser sincero con lo que sabes , no autoengañarse. Si quiero aprobar me lo marco como meta, me planifico como yo se que yo voy a rendir mejor y si no lo sé pruebo mil maneras hasta que dé con la correcta, y cada vez que estudie no me autoengaño, me pregunto ¿me lo sé de verdad? Si no continuas, hasta que así sea.

-         Los valores de esfuerzo y perseverancia que tanto hemos insistido durante el mismo, los encontramos también en los primeros años de nuestro desarrollo. Existen niños con una actitud basada en el esfuerzo y muy constantes en sus estudios y, estos niños suelen tener un buen rendimiento académico independientemente de su inteligencia. Carol Dweck, psicóloga norteamericana mantiene que hay niños que tienen una mentalidad de crecimiento, estos niños piensan que la inteligencia es algo que se puede cambiar, creen que con esfuerzo pueden hacer que aumente y por tanto son niños que trabajan duro y que cuando se encuentran ante una tarea difícil no se rinden e intentan resolverlo hasta que lo consiguen. En el otro extremo se encuentran aquellos que tienen una mentalidad fija, los niños con esta forma de pensar creen que la inteligencia no se puede cambiar y por tanto están convencidos de que el esfuerzo no les va a llevar a ser más inteligentes o a aprobar más asignaturas.

            Esta teoría es muy interesante en el campo de la educación y nos permite en insistir que los niños tengan una mentalidad de crecimiento. ¿Qué opinas sobre esta teoría?

Totalmente cierta y yo diría que no solo en niños. Hay universitarios  y adultos que me asombraban por esa capacidad para quedarse tranquilamente en hacer lo mínimo. Es como si pensaran que no pueden llegar a más, que lo que han sacado o a lo que aspiran es lo que corresponde a su nivel. Es como si la capacidad de autorealización de Maslow la tuvieran dormida.

El hecho de pensar que uno puede crecer y superarse, que lo que haga hoy le traerá beneficios el día de mañana (aunque a día de hoy no pueda verlos), es algo que tiene que inspirarse desde la infancia. Todo es un entrenamiento que te prepara para la siguiente meta, si dejas de crecer te estancas, te quedas obsoleto. Quizá después de leer esto parece que haya sido “el lobo de Wall Street”, pero fue a partir de empezar psicología cuando pensé que podía superarme en esta carrera, una especie de efecto dominó, en el que sólo se necesita que te guste lo que haces y un pequeño éxito. Me refiero, cualquiera puede ponerse a crecer sea cual sea su edad y su historial.

Hay veces que tiraríamos la toalla en repetidas ocasiones, pero para poder conseguir estar bien durante mucho tiempo hay veces que tenemos que sacrificarnos más, hincando los codos en la mesa, hasta hacer agujero en ella si es necesario.

Si alguna vez nos sale algún examen o práctica mal nunca deberíamos retirarnos, si realmente eso es lo que nos hará feliz en un futuro y es lo que nosotros realmente queremos. Hay una frase que dice “Es imposible bañarse dos veces en el mismo agua de un río”, esto quiere decir que nuestra situación puede cambiar y quizás una vez suspendamos un examen, esto nos dará en un primer momento mucho pánico y miedo, pero quizás la próxima vez hacerlo nos llenará de ilusión.

Por María Parra Izquierdo 17 de mayo de 2020

Hoy en Psicoentrevistas Parra & Cebrián tenemos a la valentía en persona: Beatriz Henales.

Su historia es todo un ejemplo a seguir para todos nosotros, ya que a pesar de todas las adversidades que le han llamado a su puerta y le han ido poco a poco marcado su vida a la edad de veintitrés años. Esta maravillosa chica ha sabido enfrentar todas y cada una de ellas con las mejores armas; y con la actitud que tiene seguramente continúe haciéndolo de una forma proactiva. A pesar de padecer una grave enfermedad, como ha sido un Linfoma de Hodgkin, un cáncer hematológico, ha sido capaz de llevarla al extremo de la positividad, resiliencia y optimismo .

Todo el mundo, deberíamos aprender un poco más de las personas que todos los días nos enseñan cómo afrontar las adversidades que nos va poniendo en nuestro camino la vida, pero siempre con un toque de los tres componentes que hemos mencionado anteriormente, como lo hace nuestra invitada especial de hoy.

 

¡Hola Bea! Muchas gracias por querer formar parte del blog “Con su ayuda y la nuestra. No hace falta mencionar que gracias a ti, podremos empezar el blog y disfrutar de un pedazo de tus ideales, pensamientos y sentimientos que hacen tanta falta en nuestros días. Nos gustaría saber más de ti, y que mejor que comenzar con las primeras reacciones de tu enfermedad ¿cómo reaccionaste cuando te dieron una noticia de ese calibre? ¿Crees que fue proporcional?

B: ¡Hola María! En primer lugar muchas gracias por contar conmigo para hacer la primera entrada de tu blog, me siento alagada jeje. Pues la verdad que la primera reacción que tuve cuando tuve noticia de mi enfermedad fue la sorpresa, no me esperaba para nada esa noticia a pesar de que llevaba un par de meses con malestar y con síntomas muy característicos de la enfermedad. No se me había pasado por la cabeza en ningún momento ese diagnóstico, me habría imaginado cualquier cosa menos eso jeje. Con el tiempo, he ido analizando mi reacción y la verdad que fue bastante paradójica. Por una parte sentí mucho alivio ya que por fin le habíamos puesto nombre a unos meses angustiosos donde el no saber lo que tenía no me dejaba avanzar y el pasar de un médico a otro sin que te dieran una solución era bastante desesperante. Por otro lado, no reaccioné de manera catastrófica, el médico me dijo que posiblemente tuviera un Linfoma aunque todavía no sabían el tipo y cuando me dijo que si sabía lo que era le dije que me lo imaginaba, pero que no pasaba nada, que lo superaría. De hecho decidí no contarle nada a mi familia hasta 3 días más tarde cuando los médicos se fueron acercando más a mi diagnóstico y fueron estando más seguros, para evitarles en la medida de lo posible el sufrimiento que les podría generar.

¿Qué síntomas te encontraste física y psicológicamente para averiguar el diagnóstico final?

B: Pues a finales de mayo, comencé a notar malestar general, raspera en la garganta, fiebre, tos, etc. Vamos, síntomas bastante característicos de un resfriado. Por lo tanto fui al médico y tras mandarme dos tandas de antibióticos, los síntomas no solamente no mejoraban, sino que empeoraban con el paso de los días. Cada día me sentía más agotada y cansada, no podía andar más de 5 pasos sin ahogarme, todas las tardes y noches tenía fiebre, mi cara estaba cada vez más pálida, el levantarme todos los días era un suplicio. Por las mañanas me levantaba totalmente mojada del sudor pero como era verano y hacía calor, no le daba importancia. Me detectaron el virus de Epstein barr, que es el causante de la mononucleosis infecciones o más conocida como la enfermedad del beso, por lo que los síntomas los achacaron a esta enfermedad y el tratamiento era esperar a que el virus pasara y con el paso del tiempo mejoraría pero yo estaba cada vez más apagada por lo que una de las veces que fui a urgencias, por fin un médico se interesó más aún por los síntomas característicos de la enfermedad y no lo achacó al virus en sí y tras diversas pruebas fue cuando vieron que había un problema más allá y el posible Linfoma. A nivel psicológico, el sentimiento que más prevalecía era la desesperanza, el ir de un sitio para otro y que nadie fuera capaz de decirme lo que tenía ni porqué no mejoraba y que algunos médicos ni siquiera se interesaran fue lo peor. También tengo que decir que a partir del diagnóstico, el trato de los sanitarios (médic@s, enfermer@s, auxiliares, etc.) ha sido y es excelente e inmejorable.

 

  ¿Qué te ayudó en esos primeros momentos a afrontar la noticia que te dieron?

B: Principalmente todo lo que tengo a mi alrededor. Tengo la suerte de rodearme de personas maravillosas y ell@s son la fuerza y el apoyo que me inspiran. Mis motivaciones, mis ganas de vivir y de desarrollarme a nivel personal y profesional. Mis perspectivas de futuro ya que soy una persona joven y todavía me queda mucho por vivir.

Muchas veces es necesario contar con apoyos emocionales para estas ocasiones. No necesariamente tienen que ser la familia más cercana (en el caso de que no dispongamos de ella en el momento en que nos dan la noticia). En esta serie de casos, sería importante buscar a un amigo de confianza en el que apoyarnos. ¿Crees que afectó a tus familiares y amigos la noticia mucho más de lo que te causó a ti misma?

B: Sin duda alguna. Es algo que he dicho muchas veces y lo diré siempre. Tengo claro que mi familia ha sufrido mucho por mi situación y mis grandes amig@s también, mucho más que yo. De hecho recuerdo que el día que le contamos la noticia a mis tios que son como mis segundos padres y mis primos que son como mis hermanos, le dije a mi tía que no se le ocurriera no dormir por la noche que yo había dormido todas las noches del tirón y ya lo sabía desde hacía 3 días jeje. Supongo que la noticia les afecta mucho más porque se enfrentan a una situación nueva, donde no saben qué va a ocurrir a partir de ahora, donde no saben cómo reaccionar contigo porque nos saben que te puede molestar y qué no, no saben cómo te sientes realmente y aunque aparentes estar bien, ellos siempre piensan que es una mentira y que lo haces para que ellos estén bien. Pero en mi caso, me he comportado en todo momento como lo he sentido, y por supuesto que he llorado pero no he vivido la situación como el fin del mundo, desde el principio he tenido claro que esto no podría conmigo y que acabaría con él antes de darme cuenta. Siempre he sido una persona muy positiva y optimista y lo seguiré siendo toda mi vida. Tengo claro, que siempre puedes aprender algo muy positivo de una experiencia adversa y este es el reto que me ha tocado a mí y ha sido un placer poder enfrentarme a él.

¿El tratamiento de esta serie de enfermedades es tan aversivo cómo cuentan? ¿Qué efectos secundarios has experimentado con la misma?

B: Para tratar este tipo de enfermedades hay diversos tipos de tratamiento. En mi caso únicamente podían usar la quimioterapia y la radioterapia ya que al ser un tumor hematológico. Al estar en una fase tan avanzada como la mía, una fase 3/4, tocaba dar quimioterapia para reducir al máximo y eliminar la masa tumoral. La quimioterapia es un tratamiento altamente aversivo, aunque hay quimioterapias más aversivas que otras. Mi tratamiento no era de los más fuertes pero también tenía bastantes efectos secundarios como malestar general, vómitos, náuseas, cansancio, etc. Aunque lo que más me ha condicionado de esta etapa no han sido tanto los síntomas físicos que he sufrido, sino los psicológicos como el gotero por donde te introducen la medicación. Al final te condicionas tanto, que cuando ves que te ponen el gotero ya tienes malestar o nauseas aunque todavía no hayan metido la medicación. Es lo que más me ha llamado la atención. Por otro lado, también he tenido que someterme a radioterapia aunque no tengo ninguna mala experiencia de ella. No me ha generado ningún tipo de malestar por lo tanto para mi ha sido como coser y cantar jeje.

¿Piensas que a raíz de esta enfermedad ha cambiado tu forma de valorar los distintos problemas?

B: Si y no. Como ya he dicho siempre he sido una persona muy positiva y optimista, siempre he creido que se puede sacar algo bueno de las cosas malas y aprender a valorar las cosas y verlas desde distintas perspectivas y es algo que sigo pensando. Por otra parte, claro que tras una situación así te planteas muchas cosas en tu vida y empiezas a darle más valor a cosas, situaciones o personas que antes ni siquiera te dabas cuenta. Valoras el cariño y el apoyo que te dan todas las personas que tienes alrededor y para mí eso ha sido lo más valioso sin duda, todas las personas que han estado conmigo, que me han ayudado a normalizar la situación, que no me han tratado con lástima ni pena porque para mí eso es algo esencial. La pena no lleva a ningún sitio y no hace más que victimizar aún más a la persona y lo que una persona necesita en esos momentos es la calma y sentir que sigue siendo igual que antes, a pesar de que se le plantea un nuevo reto en su vida. Me han apoyado todas las personas que yo necesitaba que estuvieran ahí, y aunque siempre te llevas alguna sorpresa y hay personas que te fallan, aprendes a hacerte expectativas más realistas y a valorar más a aquellos que están incondicionalmente contigo.

¿Cuáles de las tres palabras mencionadas arriba, piensas tú que te define mejor (positividad, resiliencia o optimismo)? Nos las podrías definir según las ves desde tu punto de vista, y con cuál de ellas te quedarías.

B:Uffff que difícil!!! Son tres palabras que siempre me han encantado por el significado que encierran. Para mi, la positividad y el optimismo son dos conceptos bastante similares en significado ya que implican algo bueno, la esperanza de que las cosas van a salir bien y desde mi experiencia vital y mis estudios en psicología, puedo decir que somos conductores de nuestro propio destino en muchas ocasiones, si pensamos que las cosas van a salir bien, saldrán y si pensamos que saldrán mal, también lo harán, el efecto pigmalion o profecía autocumplida que llamamos en el campo de la psicología. Por lo tanto, yo decido que las cosas saldrán bien, aunque no quiere decir que haya algún obstáculo en el camino, que también tenemos que superar y aprender de él, donde también entra aquí el concepto de resiliencia, que es justo eso, aprender y reponerse de manera positiva ante las adversidades que nos plantea la vida.

Si alguien que está o en un futuro vaya a atravesar por una situación tan difícil como la tuya, ¿Qué consejo como psicóloga y como persona le darías?

B: Mi consejo es que no pierdan nunca la esperanza, que son guias de su destino y que lo afronten de la manera más positiva y optimista que puedan, porque a pesar de que no es un camino de rosas, podemos aprender grandes cosas de una situación tan adversa como esta, aprender a valorarnos más como personas, a cuidarnos a nosotros mismos, a mimarnos y a querer, cuidar y mimar a las personas que más nos quieren a nuestro alrededor. Que de todo se sale y que no hay mal que cien años dure.

¿Cómo fomentarías una mayor resiliencia en este tipo de enfermedades?

B: El término resiliencia, implica consigo mismo también tener apoyo social, es decir, personas que estén contigo ayudandote a afrontar la enfermedad y te apoyen incondicionalmente. Por lo tanto, fomentaría y reforzaría los lazos de apoyo entre la persona enferma y sus familiares y amigos, creando grupos de ayuda donde los familiares contaran cómo se sienten y los enfermos también para que todos puedan conocer la experiencia real del otro y sirva para apoyarse más intensamente, además de reforzar la autoestima y el autoconcepto de las personas enfermas para afrontar mejor la enfermedad.

¿Te ha ayudado algún blog/libro/ a poder afrontar de una forma más sencilla la enfermedad?

B: La verdad que no he leido ningún tipo de libro o blog. Lo único que he leido han sido diversos testimonios de personas que también han padecido mi enfermedad en la fundación Josep Carreras que estudia las enfermedades hematológicas malignas y contaban su experiencia y cómo vivieron la enfermedad ( http://www.fcarreras.org/es/testimoniosimparables ) . Eso me ayudó a darme una idea de cómo sería mi proceso y la verdad que me ayudo bastante, sobretodo al principio que no sabes muy bien cómo va a ser el proceso.

 

Este tipo de historias son necesarias para inyectarnos un chute de esperanza a la hora de recibir una noticia, de esta elevada intensidad. Las marcas que tenemos en nuestro cuerpo a causa del mismo, son marcas de guerra, una que recordaremos como algo duro y costoso pero en la que también encontramos sonrisas, alegrías, cariño y esperanzas.

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